Buenas prácticas. Programa para prevenir la soledad y el aislamiento de personas mayores.

Las buenas prácticas elegidas han sido las realizadas en el programa para prevenir la soledad y el aislamiento de personas mayores en la localidad.

El ámbito de actuación sería como bien he comentado el municipio. Un municipio de la provincia de Sevilla, que se encuentra en un entorno rural, alejado de la capital. Sin embargo, si hay poblaciones de gran envergadura que ofrecen multitud de recursos carentes.

El período en el que se desarrolla es el año natural.

No obstante, he de decir que después de hablar con la trabajadora social de los servicios sociales comunitarios, un protocolo de buenas prácticas como tal no está recogido en ningún documento. Por lo tanto, datos estadísticos y revisiones sobre las buenas prácticas no quedan reflejados. 

Para la realización de una guía de buenas prácticas deberían participar diferentes agentes sociales presentes en dicho ámbito local: servicios sociales comunitarios, Pastoral de la Salud, Asociación de la Tercera Edad La Esperanza, trabajadora social del Centro de Salud, …. Es importante mejorar la comunicación y coordinación entre instituciones y organizaciones públicas, privadas y sociales para que las intervenciones funcionen.

La soledad es una realidad que en los últimos años está recibiendo una mayor atención por parte de la sociedad. Aunque no es lo mismo estar solo/a que sentirse así.

Podemos diferenciar tres realidades:

1.- Vivir en solitario. Llegar a la vejez y vivir en solitario puede significar que se tienen mejores condiciones de vida: más recursos económicos, mejor estado de salud y nivel de autonomía e independencia. Las personas que viven solas no tienen por qué sentirse solas.

2.- Sentir soledad. Las personas que se sienten solas creen que las relaciones que tienen no son suficientes ni tan cercanas como desearían. Esta se describe como una experiencia negativa y con angustia.

3.- Aislamiento social. Personas mayores que no tienen ningún contacto semanal con personas que viven fuera de su hogar. Las personas que tienen muy pocas relaciones sociales o ninguna se considera que están aisladas socialmente, no integradas. Pero una persona puede estar en esta situación y no sentirse sola. Vivir en solitario.

No se pueden aportar datos estadísticos puesto que no hay un trabajo conjunto entre las distintas entidades, públicas y privadas.

Nuestra sociedad percibe la experiencia de la soledad como algo negativo. La persona que se siente sola suele llevar cierto estigma social por el estereotipo que existe de la soledad, como alguien con pocas habilidades sociales. Además, la soledad es un tema tabú; no se habla de ello y a las personas les cuesta admitir ante los demás que se sienten solas. Por eso, es importante prevenir la soledad o detectarla pronto. Normalmente, se tiende a reconocer cuando el sentimiento es más intenso y duradero y se va uniendo a otros problemas de salud, movilidad o depresión.


Las intervenciones que se llevan a cabo son de diversa índole puesto que se ha trabajado para que la inclusión de este colectivo esté en todos los ámbitos:

1.- Directas

Son aquellas diseñadas para paliar la soledad y se dividen en 3 tipos:

1. Intervenciones que fomentan y posibilitan conexiones sociales.

Se trata de apoyar a la persona para ir creando nuevas relaciones. Las intervenciones pueden ser: aumentar y mejorar las relaciones sociales individuales Como el acompañamiento, que realiza la Pastoral de la Salud con sus visitas a domicilio. crear lazos de amistad a través de la pertenencia al grupo de la Asociación de La Amistad. Se realizan actividades para grupos de personas con intereses comunes; pueden ser actividades de ocio: Taller de baile de sevillanas, Taller de manualidades; educativas como los Talleres de alfabetización, Talleres de iniciación al smarphone; saludables como las paseos saludables, la gimnasia de mantenimiento, … o culturales como las excursiones, las visitas a exposiciones, ir a los teatros, …

2. Intervenciones que apoyan a la persona para mantener las relaciones que ya tiene. Realizando jornadas de convivencia como almuerzos, meriendas, talleres, …

3. Intervenciones para ayudar a la persona a cambiar su forma de pensar sobre las relaciones sociales. Se realizan talleres de habilidades sociales; de mindfulness, …

Con las prácticas anteriores el impacto y los beneficios obtenidos son:

  • Felicidad y bienestar.  Muchas personas de la tercera edad se sienten un estorbo si no hacen nada. Ser participes de la cultura y entenderla les hace sentir independientes.

  • Entretenimiento. Las personas en la tercera edad que ya están jubiladas tienen mucho tiempo libre. Deben seguir haciendo cosas provechosas para su bienestar.

  • Socialización. Este punto es muy importante, primeramente porque no sentir soledad previene la depresión. Una enfermedad común en la tercera edad. Y segundo porque se puede hablar de las actividades realizadas y compartir opiniones. Esto hará pensar en lo que se ha visto y las ideas que se han generado.

  • Deporte. Otro punto importante fortalecer la masa muscular, impidiendo que los movimientos pierdan fuerza y resistencia.

  • Incremento de la actividad cerebral. El sobreesfuerzo de entender y procesar las actividades culturales crea conexiones neuronales fuertes.

Una sociedad en la que las personas mayores son más activas es una sociedad sana que ha formado a personas independientes, fuertes y con habilidades sociales, con una autoestima enorme con lo que repercute en menor visitas al consultorio, menos consumo de medicamentos, ...


Destacar que las fortalezas de las buenas prácticas siempre es el beneficio que aporta a las personas mayores que se encuentra en esa red creada de forma tácita.

Otra de las fortalezas es que al ser una población pequeña las personas ya sea familia o vecinos/as tienden una mano y la cercanía del servicio público hace que esa persona sea incluida en la comunidad ya creada.

Y el mayor de las debilidades es la falta de una coordinación efectiva y periódica de las entidades públicas y privadas del municipio, así como su trabajo conjunto. Trabajo que daría como fruto una guía de buenas prácticas revisables cada año, que recogiera las sugerencias y puesta en marcha de aquellas prácticas novedosas o la reestructuración de las mismas.




FUENTES: 
Servicios Sociales Comunitarios . Administración Local. 








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